¡Que descanso, aunque sea por un momento!

Ay la publicidad, y mas afecta la propaganda política, pero que bueno que ceso, al menos por un momento. Después de largo rato la oposición política de El Salvador, acalló a la derecha recalcitrante que venia de impulsar como en otras ocasiones otra de sus campaña negras configurada y destinada a acorralar a la mayor fuerza política adversaria.
Que chasco se llevó la derecha, creyó poner al FMLN en la disyuntiva de: si te corres te mato y si te quedas también; dicho de otra manera, ¨ si nos dan los votos, pierden y si los niegan también¨. Y se equivocaron los estrategas sediciosos de la derecha oligarca, pues el frente queda ante los ojos de un buen porcentaje de su población como una fuerza política madura, más cohesionada e inmune al chantaje.
A pulso y con mucho estudio saltando obstáculos de información, penetrando en los intrincados laberintos de los top secretos que impone la mafia de la corrupción cubriendo los hechos de hurto, robo y malversación de los fondos públicos. El FMLN, logró desmentir las posicione disque a favor de la gente mas pobre, de que hacían gala de manera soberbia: los diputados de ARENA, PCN y otros grupos pegados ideológicamente.
Quedó probado que cuando se defiende la verdad, basta con saberla exponer, publicitar y el pueblo cuando coteja la realidad en que vive con la ficción publicitada por el gobierno y por otro lado el FMLN denuncia que la pobreza que sufre la mayoría de la población es causa y efecto de las políticas que han favorecido a grupos de poder enquistados en las altas esferas del poder económico, que son quienes amamantan la corrupción dela cual se benefician.
El pueblo sabe que no son solo los quince años últimos los que ha gobernado la derecha en El Salvador, ese dominio viene desde la separación política de Centro América de la Corona española.
Pero que buen día hizo después de la votación, amaneció acallada la metralla propandística de la derecha, salvo alguno que otro diputado de derecha y uno que otro disque periodista alineado, que con gesto quejumbroso y lastimero, decían que El Salvador, había perdido.