I
Cada vez más fuerte, cada vez más cruel,
Me aprieta el hambre y no maduro
Solicito aumento y quedo cesante
Solicito empleo y no lo consigo
II
Cada vez más triste esta mi pueblo
No queda mucho para comer
No queda nada para guardar
Menos me queda para ofrendar
III
Cual guerrillero urbano, camino por las calles
Descanso el cuerpo en una banca de parque
En tanto mis glándulas suprarrenales, me avivan;
produciendo torrentes de adrenalina
IV
Este, aquella, ese anciano, esa anciana; ya viene a pedirme
Ese, esa, son ladrones, ya vienen a asaltarme
Aquella y aquel que vienen hacia mí, deben ser criminales
Heme sin un pinche dólar, no tengo nada, querrán matarme
¿Qué hago, corro, o me quedo adivinando?
V
¡De camino al trabajo ! manoseo las monedas,
en la bolsa del pantalón, las cuento y son tres,
Cada una de ¼ de dólar, no cargo un billete,
Pero una es para el bus de ida, la otra para el regreso
Peticiones tendré que ignorar, pero la tercera, es mi posible salvación
VI
Con su posillo unos y la mano extendida otros
Desfilan las más de las veces por el orden de abordaje
Unos muestran sus desgracias, otros agregan alguna gracia
El pasillo central del bus, es el escenario por excelencia.
VII
La obra inicia con el anciano sin pensión ni atención,
Luego el niño huérfano abandonado inhalando pega,
Después el no vidente con su dulzaina entonando una melodía,
Otro, percute con su bastón, para acompañarse su canción
VIII
La obra sigue: los payasitos, el sordo mudo, el rescatado de las drogas,
los vendedores de dulce, cuadernos, lapiceros, porta cédula, etc.etc.
y cerrando el telón, tres mareros blandiendo sus armas
nos convidan y mi cara suda, mis manos tiemblan,
No tengo nada ya en el bolsillo, un cuarto más vale el transporte
Cada vez más fuerte, me aprieta el hambre... cada vez más cruel
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